El  ser amable  es una cualidad sencilla pero con mucho significado, es practicar como norma de conducta aquello de:  “Ser con los demás como nos  gustaría que fuesen con nosotros”…

Ser amable significa ser digno de ser amado (ama-ble), es ser cariñoso, afectuoso, afable, servicial, atento, respetuoso e incluso gracioso y risueño. A todos nos gusta este tipo de personas ya que nos trasmiten buenas vibras, nos hacen sentir bien, por lo tanto ¿quién no desea que sus hijos sean amables y amados?

…¡pues manos a la obra! Y comencemos a formar estas cualidades en nuestros hijos desde pequeñitos…

…¿Cómo lo hacemos?….es sencillo… enseñémosle con nuestro propio comportamiento a ser amables practicando una serie de pequeños detalles cotidianos que hacen que nos convirtamos en personas simpáticas y como dice la palabra “personas que se pueden amar” y practiquemos, especialmente cuando ellos estén presentes, sencillas acciones diarias, tales como:

  • El saludar cuando entran con ellos al Jardín y cuando se cruzan con conocidos.
  • El devolver a su dueño algo perdido.
  • Participando en los eventos benéficos.
  • Sonríale a la gente cuando camine, nunca se sabe lo mucho que podemos mejorarle el día a alguien y el alegrar el nuestro también ya que generalmente ellos nos devuelven la sonrisa y/o el saludo.
  • Tengamos gestos de amabilidad con los demás, ofreciéndoles ayuda si vemos que lo necesitan, por ejemplo: si se le ha caído algo, si carga algo muy pesado, abriendo la puerta para que pase, si nos hacen una consulta, etc.
  • Demos atención y respeto sobre todo a los más desvalidos y necesitados.
  • Dígale a sus seres queridos lo mucho que los quiere.
  • Acaricie a los animales  que conozca y no sean de peligro.
  • Siempre pedir por favor y dar las gracias, enseñémosle estas palabras y lo mágicas que son.
  •  Donemos, a los más necesitados,  cosas que no usemos y que estén en perfecto estado.
  • Ignora al maleducado del auto que te adelantó o se quedó con tu estacionamiento y… hazlo con una sonrisa.
  • No le toque la bocina a otros autos o gente.
  • Recoge papeles y mételos en la basura.

Como estos son muchos los comportamientos cotidianos que realizamos muchas veces sin pensar en la valiosa acción educativa que estamos dando a nuestros hijos. La amabilidad no nace con el niño/a, ellos son impulsivos por naturaleza y a ser amable y cortés se aprende en la medida que nosotros los adultos, especialmente los padres, los entrenamos y enseñamos a comportarse de una u otra forma.

                                 -Una sonrisa abre muchas puertas

                                 -Expresarse con cortesía abre caminos

                                 -Ser amables abre corazones…