Hoy es un día especial en nuestro Jardín Infantil, ya que celebramos el día de la convivencia escolar en un entretenido acto. Es una oportunidad maravillosa para reflexionar sobre la importancia de cultivar relaciones positivas, empáticas y respetuosas desde pequeños.
El 25 de abril se ha establecido en el Calendario Escolar 2024 la promoción y celebración del Día Nacional de la Convivencia Educativa, como una oportunidad para realzar la importancia que tiene el aprendizaje de la convivencia en la formación integral, pues es en ella donde se juega gran parte de los objetivos para alcanzar “el desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual artístico y físico de los estudiantes” (Ley General de Educación, 2009).
Este día se considera como un momento de reflexión conjunta entre quienes forman parte de la comunidad educativa, e invita a generar espacios de conversación y diseñar propuestas sobre el tipo de vínculos que estamos favoreciendo y cuáles incorporar en nuestro quehacer cotidiano, con el fin de fomentar prácticas y modos más inclusivos y democráticos de convivir.
En el Jardín Infantil Hispano Británico, promovemos activamente la sana convivencia y el uso de las palabras mágicas: «disculpa», «por favor», «gracias» y «permiso». Estas simples palabras tienen un poder increíble para fortalecer nuestras relaciones y crear un ambiente donde todos se sientan valorados y respetados.
Al enseñar a nuestros niños y niñas a usar estas palabras mágicas, estamos sentando las bases para una convivencia armoniosa y empática en el futuro. Les estamos mostrando cómo expresar sus necesidades de manera respetuosa y cómo reconocer la importancia de considerar los sentimientos de los demás.
En este día de celebración, animamos a nuestros pequeños a practicar estas palabras mágicas en todas sus interacciones. Que cada «por favor» sea un recordatorio de la cortesía y la consideración hacia los demás. Que cada «gracias» sea una expresión de gratitud por las amistades y los gestos amables. Que cada «disculpa» sea un acto de responsabilidad y empatía. Y que cada «permiso» sea un reconocimiento del espacio personal y los límites de los demás.
Al trabajar juntos para fomentar estas simples pero poderosas prácticas, estamos construyendo un jardín infantil donde reina el respeto, la amabilidad y la colaboración. Sigamos celebrando la convivencia escolar todos los días, recordando siempre el poder de las palabras mágicas para crear un mundo mejor.