Cada rincón del Colegio y Jardín Infantil Hispano Británico, guarda el sueño de José Eduardo Morgan Guzmán, un antofagastino con un inmenso corazón iquiqueño.

“Don Pepito”, como es conocido por sus más cercanos, es recordado como alguien humilde, generoso y sencillo, que desde muy pequeño trabajó y con mucho esfuerzo salió adelante para convertirse en el hombre que hoy recordamos. Esa resiliencia se ve reflejada en la familia que construyó junto a su amada Helge, y se encuentra presente en sus hijos Jane, Heidi y Joseph, en sus nietos, nietas y bisnietos; la familia Morgan Ferger impulsó, con amor y convicción, hace ya casi 43 años el proyecto educativo HB, del cual Don José sintió siempre orgullo.

Don José fue un amante de la naturaleza y de la pesca y una persona muy querida por quienes trabajaron con él. Desde el año 1980, Helge y José, iniciaron esta aventura en una casa ubicada en Los Molles (hoy Santiago Polanco) con Pampa Germania; hoy, este sueño se ve reflejado en un edificio insigne; más allá de la infraestructura sino por las personas que conforman Hispano Británico.

Pocos saben que aparte de ser “bueno para la talla”, fue una persona muy positiva; en pandemia su frase preferida fue “ya saldremos de esto”, y así fue, dando confianza a sus trabajadores, apoyando a sus familias de manera desinteresada y anónima; siendo él muy cariñoso y preocupado, cuenta con un equipo de trabajo y humano increíble capaz de salir adelante ante cualquier adversidad.

Será recordado como un hombre íntegro, bondadoso, de fuertes valores y gran ética personal y profesional. Vivirá en nuestra memoria, y en la de toda la comunidad Hispano Británico.

Su partida no es un “Adiós Don Pepito, adiós Don José…”; es un “Hasta siempre, querido Don José”.